Sorprende Cartagena. Sorprende y gusta.
Excepcional el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, ARQUA, con su pecio fenicio, la estrella. Impresionante el Teatro romano y el Museo de Rafael Moneo hecho ex profeso para ocultar/enseñar el propio teatro. Los restos de la muralla púnica, que hablan de batalla, de cartaginenses y romanos, de Anibal y Escipión. El barrio del Molinete, un yacimiento arqueológico que habla por sí solo. El foro recientemente abierto al público. La Casa de la Fortuna, una casa del siglo I d.C. que ha llegado hasta nosotros para que veamos cómo vivían los romanos.
Además, su puerto, sus calles peatonales, su clima, ... Sí, Cartagena, merece y mucho, una visita.