Elena y Dovydas se conocen y entre ellos se establece un vínculo, de esos que solo pasan una vez en la vida. Pero su relación se pondrá a prueba cuando Dovydas le confiese algo a Elena...
¡Qué maravilla de película! Sensible, delicada, con una mirada limpia y transparente para tratar la asexualidad en una pareja que se quiere. De nuevo el cine para asomarnos a una realidad de la que poco se habla pero que ahí está. Con personas maravillosas como Dovydas.
La directora, Marija Kavtaradze, envuelve la historia en la danza contemporánea de Elena y el lenguaje de signos de Dovydas, para construir una narración plástica, etérea, delicada y porque con sus cuerpos ambos cuentan muchas cosas.
Una película que habla de la pareja, las relaciones, lo que esperamos del otro y lo que nosotros damos. Y de la honestidad con el otro y con nosotros.
Maravillosa la banda sonora.