Me encantan las series y libros que tratan sobre policías, investigaciones, juicios, asesinatos, robos. Me enganchan hasta no poder dejar de leer el libro y no poder perderme un capítulo de la serie.
Así que no me pierdo CSI (Miami, Las Vegas, Nueva York), Sin rastro y Genésis: En la mente de un asesino.
Así que no me pierdo CSI (Miami, Las Vegas, Nueva York), Sin rastro y Genésis: En la mente de un asesino.
Para esta serie española ésta es su segunda temporada. Una segunda temporada mucha más madura y más coral que en su inicio. A los personajes de Mateo, Dani y Laura, se suman Alex, Julián, Seca y Sofia. Los tres primeros, policía judicial y Sofía, científica como Dani.
En cada capítulo suele haber dos tramas, dos casos, lo que proporciona bastante más dinamismo al capítulo, al mismo tiempo que lo hace más interesante. Los casos se han vuelto más cotidianos y cercanos: odio, celos, rencor, venganza, ambición, sin perder ese halo de misterio e intriga.
Los personajes más sólidos y creíbles. Los casos se resuelven desde tres puntos de vista: judicial, científico y forense. Se basan en las pruebas encontradas y no en la intuición de Mateo, que restaba credibilidad y fuerza a la serie.
No se hace hincapié en la relación de consanguinidad entre Mateo y Dani. Son dos integrantes más del grupo y Mateo trata a Dani como uno más.
Las escenas de persecuciones, así como las de recoger pruebas en los escenarios de los crímenes y su posterior estudio en el laboratorio, están bastante bien logradas.
En fin, una serie que no llegará a ser un CSI, pero no por ello no está bien planteada y resulta interesante para todos aquellos a los que nos gustan este tipo de argumentos.
Todos los domingos en Cuatro a las 21:30.
En cada capítulo suele haber dos tramas, dos casos, lo que proporciona bastante más dinamismo al capítulo, al mismo tiempo que lo hace más interesante. Los casos se han vuelto más cotidianos y cercanos: odio, celos, rencor, venganza, ambición, sin perder ese halo de misterio e intriga.
Los personajes más sólidos y creíbles. Los casos se resuelven desde tres puntos de vista: judicial, científico y forense. Se basan en las pruebas encontradas y no en la intuición de Mateo, que restaba credibilidad y fuerza a la serie.
No se hace hincapié en la relación de consanguinidad entre Mateo y Dani. Son dos integrantes más del grupo y Mateo trata a Dani como uno más.
Las escenas de persecuciones, así como las de recoger pruebas en los escenarios de los crímenes y su posterior estudio en el laboratorio, están bastante bien logradas.
En fin, una serie que no llegará a ser un CSI, pero no por ello no está bien planteada y resulta interesante para todos aquellos a los que nos gustan este tipo de argumentos.
Todos los domingos en Cuatro a las 21:30.