Anna Ferrer, 37 años, diseñadora textil de ropa infantil y con estudios de interiorismo. Ángeles Gutiérrez, Angie para los amigos, 26 años, empleada en el sector de la hostelería.
Las dos son madres y las dos concilian sus ajetreadas vidas de mamas, trabajando, con su gran pasión, la creación de complementos.
Se conocieron hace una año y medio, más o menos, en un cursillo de inglés para desempleados. Las dos ya andaban ya inmersas en el mundillo de la bisutería y sus piezas y gustos eran bastante parecidas. Decidieron, entonces, unir esfuerzos
y en un par de meses ya estábamos montando en ferias. Al cabo de poco arrancó
Quecosa pecosa.
Las dos somos pecosas y pelirrojas, aunque Angie ha vuelto a su color natural, el moreno, pero creo que no tardaré en convencerla de que vuelva al pelirrojo por la cosa del marketing, nos dice Anna.
Estuvieron un tiempo haciendo cada una sus piezas y dividiendo los gastos,
pero vimos que nos faltaba una imagen global de producto, un hilo conductor que uniera todas las piezas y después de muchos meses de una lenta metamorfosis llegamos a nuestra línea actual. Ha sido un trabajo intelectual muy costoso y muchas horas de romperse la cabeza, dos cabezas. Querían que cuando la gente viera algunos de sus productos los reconociera como
Quecosa pecosa y no como un complemento que puedas encontrar en cualquier tipo de tienda.
El esfuerzo las trajo el hilo conductor: telas recicladas y recuperadas, con toques de piel y con toques de cualquier tipo de abalorio como el cristal, las perlas, la cerámica, la madera, ...
Actualmente están trabajando y haciendo cosas nuevas pero manteniendo esta base. Como Anna ha trabajado muchos años en el sector textil, tiene bastantes contactos. Buscamos tejidos en industrias textiles, banderas de muestras de tejidos o catálogos, y a partir de ahí confeccionamos casi todas nuestras piezas. Utilizamos también fornituras como los botones forrados o los lazitos que están presentes en la mayoría de nuestros productos.
Sus piezas abarcan un sector de público bastante amplio. Desde las diademas o clips con botones forrados que van dirigidas más al sector infantil, pasando por collares pulseras, anillos, dirigidas a un sector más amplio y los foulares, que los compran desde las adolescentes hasta las abuelas. En navidades tuvimos que hacer un modelo de foular para niñas, ya que ellas nos lo pedían para ir igual que sus mamás.
Todas sus piezas están realizadas artesanalmente por Anna y Angie. Trabajamos un poco en cadena, una cadena de dos, siempre hay algún tipo de trabajillo que se la da mejor a una que a la otra. Nos repartimos bien el trabajo.
Acuden a numerosas ferias, casi cada fin de semana tenemos alguna. Son ferias de diferentes tipos, nos apuntamos a todo, hacemos ferias medievales, ferias de campesinos, ferias de jovenes diseñadores, de artesanos, etc. Ahora mismo su asignatura pendiente es entrar en otro canal de distribución, las tiendas.
Ya tenemos alguna, pero nos gustaría estar en distintos puntos de la geografía española, salir al extranjero ya sería la bomba. Nos estamos planteando buscar algún comercial, pero todo eso requiere mucho tiempo y ya vamos a tope. El problema de las tiendas es que te piden que dejes el género en depósito, y eso significa tener demasiada inversión en material sin saber si lo vas a vender o no. Intentamos no trabajar de esta forma aunque no es siempre posible. Hace pocos empezaron en una tienda de Granada, Tus cositas de Verónica Garcia, a ver como nos va.
También se pueden adquirir los productos
Quecosa pecosa a través del blog. Solo hay que enviar un mail y Anna y Angie nos enviarán fotos de las piezas que tienen en stock en ese momento, ya que casi nunca repetimos ninguna pieza, son parecidas pero no iguales.
Además realizan piezas por encargo. Como nuestro hilo conductor son las telas nos podemos adaptar a cualquier diseñador de moda para hacerle los complementos con las telas de su colección. Por encargo también están realizndo algunos broches como regalo recordatorio de algunas bodas.
Sobre la pieza a la que tienen más cariño la respuesta es la Pequi.Se trata de un collar que lleva en la parte de abajo un botón forrado bastante grande con una muñeca dibujada a mano por Angie a la que hemos bautizado como Pequi, en homenaje al nombre de nuestra marca, que además va acompañada por un pájaro al que hemos llamado Sr. Pajarrato, en homenaje a mi hijo mayor, que una vez viendo unos dibujos de los Pitufos en que salía un pajarraco, lo llamó "pajarrato".