Diana es Diana Calabaza Cósmica. Me cuesta definirme como ilustradora porque no he tenido una formación como tal. Diana estudió un año en una escuela de Ilustración para aprender un par de técnicas que le interesaban. Su formación fue en la Escuela de Arte 10 de Madrid, enfocada a las Artes Gráficas. Después estudió Historia del Arte en la UAM y consiguió una beca para una estancia en México. Pero nunca he querido tener un título de artista oficial, título de artista oficial no título oficial de artista, porque siento que no debo aprender del todo: vivo y pinto en mi mundo.
Hasta donde puede retroceder en su memoria se recuerda pintando, recortando, construyendo aparatos, sola. Con 16 años se iba al Retiro los fines de semana a vender sus dibujos, justo en la época en la que empezó a formar parte de grupos de música. Sigo pintado y sigo tocando, 23 años después. ¿Y cómo llegó al mundo de la ilustración? No cree que haya llegado, simplemente, no deja de hacer cosas. Ha trabajado para varias editoriales haciendo portadas, complementos para sus libros y alguna máscara para presentaciones. Y también está preparando algo para ser publicado el año que viene. Ha trabajado para encargos muy concretos y especiales pintando naipes, ha editado dos oráculos en un año y mantiene una tienda online desde 2014. Desde hace una década realiza exposiciones periódicamente, siempre en el entorno underground. Espero volver a retomar esa costumbre muy pronto.
En cuanto a las técnicas que usa dependen estrechamente del soporte que elija y a la vez está todo relacionado con el reciclaje, el no consumo de materiales nuevos (en la medida de lo posible) y el concepto de unicidad. Cuando realizo una pintura, dibujo, etc., lo hago pensando en que solo exista esa pieza, por lo tanto, no hago nunca prints y solamente vendo originales. Así, pinta sobre discos de vinilo, tela, madera, naipes (barajas de cartas), fotografías, muros, marcos, cascos de bici, botas, cartones o cartulinas y las técnicas que cada uno de estos materiales y soportes permiten son los acrílicos y los lápices de color. También suele pintar sobre lienzo, normalmente no reciclado, tanto en óleo como en acrílico, además de acuarela sobre cartulina. Dicho todo esto es evidente que no trato con la ilustración digital. A la hora de enfrentarse a la hoja en blanco no tiene ningún problema porque necesita hacerlo cada día; para mí se trata de un hábito, una costumbre, un trabajo que me encanta y una droga absoluta.
¿En qué o en quién piensa cuando pinta/dibuja? Diana vive en el campo y desde su ventana ve una gran montaña que a veces parece una ola gigantesca que crece y crece. La luz del sol y de la luna crean nuevas formas cada poco tiempo y las nubes a veces parecen de otro planeta. En esa montaña viven animales salvajes y también hay ganadería y personas que se dedican a ella.
Esto me crea un gran conflicto. Imagino y visualizo otro tipo de seres allí, a lo lejos, y muchas tardes salgo para hablar con ellos. La mayoría de las veces solamente encuentro vacas explotadas, perros maltratados, huesos y cartuchos de escopeta. Por las mañanas todo cambia y, mientras desayuno, comienzo a crear de nuevo otro mundo idílico en esa montaña. Una vez un amigo mío dijo que hay que abolir la realidad y me lo tomé muy en serio.
Diana no tiene un público concreto. Me tranquiliza mucho que la gente me cuente sus experiencias con mis dibujos o pinturas porque siempre hay algo más allá, casualidades, situaciones inexplicables, conexiones interiores y al final pienso que es un poco como una misión, y que las toneladas anuales de arte que produzco, valen para algo.
En cuanto al futuro, nunca ha creído en él, aunque lo veo todos los días en el minuto siguiente. Si hago un esfuerzo, tampoco muy excesivo en realidad, te diría que quiero pintar siempre y estoy muy contenta porque eso es algo seguro. También, que dentro de un año me gustaría estar exponiendo de nuevo, esta vez pinturas de formatos muy grandes porque siempre he sido de pintar en pequeñito. A lo mejor, para entonces, habré hecho un tarot y unas cuantas portadas de libro.
Últimamente ha realizado unas cuantas acuarelas que no están funcionando bien pero que le encantan por cómo refleja en ellas sus intereses y lo que puedo conseguir mirando por la ventana. Así que a día de hoy me identifico con ellas más de lo que me podría identificar con otras obras de hace unos meses o años.
Mario Riviere, Daniel Luna Sol, Tayri Rodríguez, Anthony Chistopher, Consuegra Romero, Breza Cecchini, Fernando Halcón, Carla Protozoo, Beatriz MirloBlanco, Isidora Marzano, Kosuke Ajiro, Teresa de Aranda, Amasijos Vegetales, Elena Serrato, y muchos más son algunos de los artistas cuyo trabajo admira.
Etsy
Instagram
Facebook