De Tacones y Bolsos - diseño independiente: Esencias 11 y más

lunes, febrero 20, 2006

Esencias 11 y más

Este fin de semana en Valladolid (mi tierra natal) se podía disfrutar de una magnífica exposición en la Sala de la Pasión que llevaba por título Esencias 11. Aunque el título de la misma nos lleve a pensar que vamos a salir mareados de esencias, no es así o bueno, todo depende de nuestra capacidad sugestiva. Esencias 11 nos presenta una parte de la colección de Ernesto Ventós. Ernesto, afamado perfumista, creyó ver una relación entre su trabajo, el perfume, y las artes plásticas. Así por ejemplo decía que el color rojo simboliza pasión, amor, fuerza tanto en un perfume como en una obra. El color azul nos transmite calma, frescor. Y así con más colores. Empezó a contactar con artistas tanto nacionales como internacionales para pedirles que participaran en su experimento: él les contaba un olor y ellos lo representaban mediante su medio artístico, bien pintura, escultura, video, instalaciones, etc. Lo que podemos ver aquí es una muestra muy interesante. Asociada a cada obra hay un texto que nos indica el olor que representa. En algunas podremos percibirlo, en otras no. Depende de si el olor nos resulta o no familiar. La pena es que la exposición terminó ayer.



Previamente nos acercamos a la Sala San Benito donde la Fundación Telefónica nos ofrece una muestra de su colección contemporánea de fotografía. La fotografía como un medio artístico más que como un medio documental que es el cambio que ha empezado a sufrir desde la segunda mitad del siglo XX. De esta época son las fotos que se pueden ver hasta el 5 marzo. Muy recomendable.


3 comentarios:

  1. Es una pena que la exposición ya acabara, tenía muy buena pinta. De todas formas no creo que me hubiera podido acercar por Valladolid.
    Un beso.

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  2. realmente los envidio a ti y a JL... aqui no veo muchas exposiciones

    POSD: Valladolid, de allá es el chico que te conté que me gusta

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  3. La verdad es que Valladolid está muy bien para ver exposiciones. En el centro, en unos 2 km cuadrados, se tienen salas con exposiciones variopintas como éstas. Y todo a menos de 5 minutos andando entre una y otra.

    Yo andaba un poco congestionado y no pude oler bien las esencias ;-) pero sí que me quedé con la agradable sensación en la reflexión que hicimos al final: la provocación del arte moderno. Aquél artilugio que se movía a impulsos sobre un lienzo a modo de insecto, ó aquella cáscara de patata pelada que se desenrrollaba para dejar ver una bola grisacea de cemento áspero,... no serán fácil de olvidar. Lástima que ya se clausurara ayer :-S

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