Después del descanso veraniego, el Museo del Traje volvió a reunirnos ayer en su salón de actos para conversar con un diseñador. En esta ocasión con Hannibal Laguna.
En la mesa y presentando la charla, Carmen Pérez de Andrés, (subdirectora del Museo del Traje). El protagonista, Hannibal Laguna. Y como invitados Charo Izquierdo, directora de la revista Yo Dona y Roger Salas, escritor y periodista.
La primera en tomar la palabra es Charo. Nos habla de su paso por la web EstarGuapa.com. Allí, un reducido número de colaboradores, conseguían que los desfiles se siguieran en tiempo real. Y, casualidades de la vida, las fotos que con más entusiasmo y ansiedad se esperaban eran las de Hannibal Laguna. Y es que, el joven equipo de redactoras soñaba con llegar a vestirse con los trajes y vestidos de Hannibal Laguna. Las fotos de sus desfiles eran las más visitadas por las lectoras de la web.
"Quiero ropas que hagan soñar al público". Afirmación que no es de Hannibal, pero que muy bien podría artribuírsela a él, comenta Charo, porque es lo que Hannibal hace. Hace ropa que bien podría pasar a la categoría de museística. Representa a la Edad de Oro de la moda española.
Venezolano, aunque alicantino, ya que fue en Alicante donde situó su taller. Ha vivido en Estados Unidos y recorrido mucho mundo antes de venir a España. Es por tanto, un hombre cosmopolita con un punto americano que se refleja en sus colecciones. Así como la parte de hombre cariñoso que su origen venezolano le confiere.
Recuerda Charo, que cuando las crónicas de los desfiles de Hannibal llegaban a la redacción de EstarGuapa.com, se hablaba de la riqueza de las formas,la suntuosidad de sus volúmenes y texturas. Todo ello acompañado de accesorios y joyas en muchas ocasiones realizadas por el propio Hannibal.
Sus vaporosos tejidos se adaptan al cuerpo de las modelos en un homenaje a los días dorados de Hollywood. Viste a mujeres que quieren ser guapas. Mujeres sexys que quieren ser las mejor vestidas.
Citando a Ernesto García Calvo dice de él que tiene una dosis de glamour, canalla y retro.
La maestría, la obsesión por los detalles y el perfeccionismo, casi obsesivo, es lo que dicen sus amigos de él.
Demuestra pasión por todo lo que hace. Desde pequeño ha tenido mucho que batallar. Es un gran luchador en su trabajo.
En sus trajes de novia destaca la riqueza de los tejidos. Organza. Bordados.
Viste de largo a las mujeres y también de corto con trajes al biés. Que la mujer se haga notar allí donde vaya. Hannibal es un referente femenino muy fuerte: lujo, placer.
Charo se despide deseando que charlas como ésta hagan que, por ejemplo, nuestras actrices elijan vestidos de Hannibal Laguna cuando tengan que cruzar la alfombra roja, aunque sea la de los Goya.
Roger Salas es cubano pero lleva mucho tiempo viviendo en España. Crítico de danza y también de moda. Fue el comisario de la exposición "Hombres en Falda" que se celebró en la Casa de Vacas en febrero de este año.
Hoy estoy aquí como amigo. Con Hannibal conversa mucho y no sólo de moda. Hablan de otros proyectos, de música.
Roger empieza hablando de las referencias que para él son parte consustancial del producto. La moda no busca originalidad, sino incluirse en una corriente, que no tendencia, (no le gusta el uso que se le da a esta palabra), globalizada. El trabajo de Hannibal Laguna se ha globalizado.
El producto de Hannibal nace de unas raíces muy profundas. Su cuidado por la mujer, por la figura, le insertan en una corriente que no es nueva pero que se había visto debilitada en algunos momentos. Y su objetivo, recuperar a través de la ropa el cuerpo.
Para Roger, el valor artístico de un traje es un valor añadido. Pero no hay que perder de vista que hablamos de un producto creado para un mercado, con unos costes, precios reales, valoración de mercado.
El estilo de Hannibal ha evolucionado, se ha globalizado en un línea de sensualidad y femineidad con el cuerpo como fuente.
Rasos, encajes, terciopelos, usados por Hannibal en sus colecciones, son materiales ricos y naturales que no son nuevos y por tanto son con los que más ha trabajado la moda contemporánea. Con ellos el diseñador modela la idea de un traje que es un segundo traje que moldea el cuerpo.
Roger ve las ropas de Hannibal bastante americanas y poco europeas. Pero lo dice como un piropo.
Alava la apariencia de mano y aguja presente en los productos de Hannibal. El saber superponer sobre el cuerpo, con gentileza y sin ocultarle, encajes, drapeados que van componiendo el producto. La calidad y el brillo de los propios tejidos y la colocación de elementos como bordados, estrás. El uso de elementos sin peso: organza, plumas que aparecen sueltas como si quisieran abandonar la pieza...
Roger confiesa sin lugar a dudas, que la ropa de Hannibal Laguna de hoy es mucho mejor que la hace 10 años. Esto es un proceso lógico debido a la propia experiencia adquirida.
Para terminar, habla de los complementos y accesorios: bolsos, broches, calzados, cinturones. Todos ellos tienen una concentración de contenido, de estilo, que complementa a la ropa. En algunos casos la línea de complementos va por un sitio distinto a la de la línea de moda. Pero no es el caso de Hannibal Laguna, que ha conseguido una fidelización a su estilo.
Hannibal Laguna se acerca al micrófono. Sus primeras palabras son de agradecimiento a todos los que amáis la moda y estáis aquí.
Cuando recibió la invitación para venir a este encuentro, preguntó de qué tema se esperaba que hablara. Cuando la respuesta fue que el tema era libre, a su elección, pero que tenía que tener una expresión creativa, se percató de lo complicado que iba a resultar. Tenía que hablar sobre algo que pudiera interesar y que además tuviera un toque de creatividad.
Como tema he elegido hablaros de una parte del proceso creativo del que uno no se para a pensar: el proceso creativo emocional. Y como originalidad voy a compartir con vosotros el secreto que una tarde me reveló Paco Rabanne. Cuáles son las claves de la moda para las próximas década: siluetas, colores, largos... Y este secreto está guardado en este sobre que abriremos al final de la charla.
Una vez dicho ésto, Hannibal retrocede a sus comienzos, a su infancia. Desde muy pequeño jugaba entre rollos de telas. Sus padres tenían una fábrica de confección de telas en Caracas.
Nacido en Venezuela, ha vivido en distintos sitios y siempre en contacto con distintas culturas. Sus abuelos son italianos. Vive en Madrid desde hace 8 años. Antes en Alicante, así que es un poquito de cada sitio. Ahora madrileño. Y su trabajo tiene vínculos con todos los sitios en los que ha estado, con todas las culturas.
De pequeño quería ser arquitecto. Pero una enfermedad a la edad de 6, 7 años que le impidió moverse, le hizo cambiar de idea. Durante la rehabilitación de muñecas y manos, le daban juegos de construcción para que no se aburriera. Él cubría los tacos con retales de tela que su madre llevaba a casa. Por mucho que le gustaran los ladrillos, le gustaba más tocar las texturas de los tejidos.
Al llegar a España en 1982 supo que quería dedicarse a la moda. Estudió sastrería en Milán y luego fue aprendiendo de forma autodidacta.
A los 16 años se fue de casa tras mantener una fuerte discusión con su padre ya que quería que estudiara primero la carrera de arquitectura antes de dedicarse a la moda. Ese mismo día estando en una cafetería, entabló conversación con un señor que le comentó que hacía camisetas. ¿Y cuánto te cuestan?, preguntó Hannibal. 100 pesetas. ¿Y a cuánto las vendes? A 300 pesetas. ¿Y si las ponemos hombreras y las hacemos largas, las podemos vender a 1.000? De esta conversación surgió la sociedad BELLOCOTTON, que se dedicaba a la confección de punto de algodón.
A partir de aquí demostró que valía, que sí servía para trabajar en la moda. Su padre le ayudó económicamente y así pudo iniciar su propia empresa. Prêt-à-porter y colecciones para vestir a la mujer a diario. Menos mal que no hice la carrera de arquitecta, comenta, porque a mí me gusta el movimiento de las estructuras y eso en arquitectura no puede ser.
Sin embargo, los procesos de la moda no le permitían hacer lo que él quería: piezas únicas que se pudieran realizar artesanalmente.
En la vida de toda mujer hay un momento mágico, dice Hannibal. Y yo quiero vestir a la mujer en ese momento. En 1 ó 2 ocasiones, cuando quiera sentirse realmente bella. Vestir ese momento especial. Realizó un estudio de todos los posibles momentos y la conclusión a la que llegó fue que el momento por el que pasaban todas las mujeres, altas, bajas, ..., era el de la inseguridad hacia lo que tuvieran que hacer.
Por eso decidió sujetar la inseguridad. Y por ello surgió el corpiño. El objetivo es que el vestido sujete a la mujer, aunque por encima esté lleno de pliegues. Y si el vestido no está bien sujeto, se deshecha.
Sus colecciones se encaminan hacia la noche, porque la noche recoge momentos especiales. Sus colecciones no entran dentro de las cadenas de producción. Y aunque en algunos casos entran, caso de Pronovias, se intenta que tengan ese carácter artesanal.
A pesar de que está más centrado en la noche, no descarta vestir a la mujer de día.
Quiere a continuación, hablarnos del proceso creativo emocional. El proceso creativo se divide en dos: el proceso técnico, que se aprende en los libros, y el proceso emocional, que hay que aprender a canalizar. Hay que conseguir combinar ambos para que convivan en un mismo espacio. Su trabajo está marcado por las emociones y sentimientos de cada día, de cada momento.
Pero ésto no se tiene en cuenta en el proceso de la moda. El reloj va contando muy rápido los minutos que faltan para el siguiente desfile.
Para entender mejor este proceso creativo emocional, cómo saber transmitir emociones al equipo y recoger las del propio equipo, nos cuenta una experiencia personal vivida durante la 1ª colección presentada en Pasarela Barcelona, tras la desaparición de Pasarela Gaudí.
Forever no era la colección que estaba prevista para esa pasarela. Fue la segunda. La primera está guardada...
6 meses antes de la pasarela, por aquel entonces aún Pasarela Gaudí, en julio de 2005, comienza a prepararse la colección otoño-invierno 2006-2007 que se presentará en enero de 2006. A punto de pasar a modelaje en maniquí, (la parte más gratificante puesto que se da forma a lo que se ha imaginado), antes de mesa de patronaje, la imagen de la mujer no aparecía en esa colección. Era una imagen borrosa. La colección estaba casi terminada pero todo el equipo, él mismo, estaban nerviosos. No estaban seguros de la colección. Sin embargo dejaban al margen sus miedos. No los comunicaban.
Hannibal tiene que viajar a Estado Unidos durante 1 mes. Se va sin tenerlo todo terminado y sin que la imagen de esa mujer haya aparecido.
Cuando llega a Estados Unidos se rumorea que Pasarela Gaudí se tambalea. A los pocos días se da la noticia: Pasarela Gaudí desaparece. Son momentos de mucha angustia. No se sabía qué ocurría. Se hablaba del nacimiento de una nueva plataforma, pero no se sabía nada: cómo, quién, porqué.
A su vuelta a España se reune con todo el equipo. Descubrieron que la colección reflejaba inseguridad debido a sus propios miedos e incertidumbres. Como si ya desde un principio hubieran sospechado qué algo iba a ocurrir y ese miedo se hubiera hecho patente en la colección.
Decidieron comenzar de cero y crear una nueva colección en homenaje a la desaparecida Pasarela Gaudí. Un homenaje al trabajo de 7 años. Construir un desfile restrospectivo para ellos, no para el público. Recuperar imágenes que les hubieran gustado. Momentos mágicos.
El sentimiento de tristeza se fue convirtiendo en un sentimiento de alegría al ver todo lo que quedaba por andar.
Las ideas surgieron con gran rapidez. Blanco y negro. Se sustituye el blanco por el piel que permite jugar con luces y sombras. Las luces que les habían guiado y las sombras que les habían atormentado.
Después de esa colección han hecho 4 más. Y les ha llevado la mitad de tiempo y están mucho más satisfechos.
Es muy importante que el equipo aprenda a dialogar. Dedicar el tiempo necesario a transmitir emociones y canalizarlas, ya que la técnica se aprende caminando.
Aplausos...
Y después de los aplausos llega la apertura del sobre en el que encontraremos las claves del futuro de la moda... Impaciencia... ¿Cuáles creéis que son esas claves?
El sobre se abre y Hannibal muestra un papel en blanco:
La moda es una página en blanco que se escribe día a día con nuestras emociones.
Telón.
Qué interesante, gracias por acercarnoslo, parece que por un ratito yo también estuve allí.
ResponderEliminarBesos
Que buen post!!! Es como si hubiera estado allí!! Muchas gracias!
ResponderEliminarQué interesante!!! Precioso todo lo que has descrito y detallado! Le pones tanta ilusión y ganas que eso nos lo transmites y, cómodamente, leemos cada uno de tus renglones... Es cierto lo que dice Gretelein es como si por momentos hubiera estado allí, disfrutando del acto ;)
ResponderEliminarUn beso!
A mi me gustan los corpiños pero no me gusta la mujer sujeta, sino libre y desenvuelta. Por otra parte, eso de aprovecharse de la inseguridad lo veo muy sincero. Es lo que hace el marketing, engañarnos para que compremos. En cuanto a la complejidad y el perfeccionismo pienso que no tienen porque ir unidos. A veces una mujer vestida sencilla pero con clase puede resultar perfecta.
ResponderEliminarEstupendo, estupendo reportaje!!. La verdad es que no es una reseña, en realidad... lo es TODO. Lo que no me gustó mucho de la conferecnia es el séquito endogámico que seguía a Hannibal, el poco estilo que lucía él mismo en la despedida de su colección Forever y la intervención de una chica del público, bastante resentida con la vida, por lo bien que le había ido a Hannibal y lo mal que le había ido a ella el el mundo del diseño de moda (se marchó sin oír la respuesta :-P ).
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