Ikonniko es la marca de joyería que Blanca creó hará más o menos un año en Londres. Aunque sus estudios iniciales no tienen ninguna relación con la joyería, siempre ha tenido un lado creativo que ha intentado canalizar a través de diferentes disciplinas. Bien de forma autodidacta, bien a través de cursos, he aprendido desde encuadernación a serigrafía, diseño de patronaje o costura. Me gustan la mayoría de trabajos manuales donde se pueda ejercitar la creatividad y que permitan reflejar un estilo personal.
Empezó a estudiar joyería en Londres. Llevaba tiempo queriendo aprender a trabajar la plata aún cuando vivía en España pero lo dejó aparcado. Después de un año en Londres buscó y encontró infinidad de cursos y escuelas donde aprender. Saqué tiempo y fui encandenando cursos y talleres donde iba aprendiendo y mejorando diferentes técnicas. Sus primeras piezas nacieron en casa, de manera bastante limitada, a diferencia de otros hobbies la joyería requiere de al menos un pequeño taller o espacio donde poder trabajar y herramientas específicas. Solía llevar puestos sus anillos y algunas compañeras de trabajo y amigas se interesaron. De hecho ellas fueron sus primeras compradoras y quienes le animaron a ir un paso más allá.
Después de unos años en Londres Blanca volvió a Madrid y ahora intenta abrirse un camino y un futuro aquí. Tiene un pequeño taller aunque sólo atiende a clientes en ferias y mercados, y actualmente busca tiendas en las que pueda encajar Ikonniko.
Sus piezas son modernas aunque sencillas, con un diseño y una calidad que permite llevarlas durante muchos años. Me gusta inspirarme en formas simples, de ahí los diseños geométricos en sus piezas y usar materiales naturales como la plata, el oro o piedras semipreciosas.
Hay mucho trabajo detrás de cada pieza, se empieza con una idea, se hace un esbozo, se buscan materiales, se realizan algunas muestras... hasta dar con un diseño final. Pero con lo que verdaderamente disfruta Blanca es con la elaboración de la joya en sí. Le atraen mucho los trabajos manuales en general, los trabajos y las técnicas más tradicionales. Una de las cosas que más me llamaban la atención al principio son las diferentes herramientas de trabajo en un taller de joyería. Disfruto especialmente del proceso en el que empiezo a cortar la plata, soldar, limar, quizás otra vez soldar, pulir...
Blanca trabaja cada pieza que vende, dedicándole a cada una de ellas un tiempo y un trabajo por igual. Quiero pensar que la futura dueña de esa pieza valorará este esfuerzo, apreciará y sentirá especial tener una pieza única y duradera.
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