Hace varios años, cuando Judith aún vivía en la maravillosa Isla de Margarita en Venezuela, tuvo la oportunidad de hacer un reto de yoga durante 21 días. En una de esas vigorizantes prácticas a las 5.30 de la mañana, vi a mi profesora de yoga agarrar una Japa Mala para contar las respiraciones durante una meditación. En otra oportunidad la vi usándola para contar los 108 Saludos al Sol en una práctica especial de gratitud a la vida.
Desde ese momento Judith se sintió inmensamente atraída por ese mágico instrumento que ayudaba a poner la vida en orden, a centrar tu mundo y a colocar todo en su lugar.
Así a través de la meditación, del pranayama, la contemplación y la relajación con las Japa Malas pudo sobreponerse a los procesos complicados que la vida les ponía en la convulsionada Venezuela, y comprobó en su propia piel, con los resultados, como realmente el día a día se fortalecía, había más claridad para tomar decisiones y todas las aguas volvían a su cauce. Desde entonces fusionó las Japa Malas con su vida.
Posteriormente años después, ya en su natal Barcelona, disfrutando de la oportunidad de empezar una nueva Vida, unió todas las piezas, experiencias, vivencias y aprendizajes que la vida le había regalado, y no tuvo la menor duda de dar a conocer y hacer llegar a todas las personas posibles esta hermosa herramienta capaz de transformar al ser humano a rediseñar, sanar, mejorar, ayudar, centrar e iluminar su vida. Era una oportunidad única, de agradecerle y devolverle a la Vida todo lo que había hecho por mí y mi familia…
Y así, con esa energía de gratitud e ilusión nació Aumjoia.
Aum, Om en sánscrito, es la primera sílaba de la existencia, es el sonido que todo lo abarca y todo lo es. La palabra más sagrada del budismo. OM es, en verdad, el alma. Quien de esto sabe fusiona su alma con el alma universal.
Estoy convencida de que la meditación es el camino para alcanzar el equilibrio, la salud, la serenidad y la paz interior.
Por ello elabora Japa Malas, hechas de piedras semipreciosas, de semillas de rudraksha, o de cuentas de madera, que son el perfecto instrumento para hacer meditación, en donde mente y cuerpo se equilibran llegando un estado de calma, sosiego y silencio interior.
Esta vibración de paz, gracias a una respiración profunda y consciente y a las propiedades sanadoras de las piedras y la rudraksha, se refleja a corto plazo en un mejor estado de salud y felicidad… pero sobretodo en la alegría de vivir.
Las Japa Malas son por eso hermosas joyas sanadoras, llenas de energía positiva, protectoras del alma y compañeras en nuestro día a día. Son un medio entre el hombre y Dios, símbolo de un ciclo infinito que une el cielo con la tierra.
Los colores, las texturas, los olores y las sensaciones, se mezclan y armonizan en cada una de las piezas haciéndolas únicas y diferentes. La energía con las que se realizan, la intención con las que se impregnan, y el respeto por el significado sagrado de estas joyas espirituales, se siente en el producto final que ponen en las manos de cada una de las personas que necesitan de ellas.
Las Japa Malas o Malas son Rosarios budistas o hinduistas usados por los monjes tibetanos que tienen 108 cuentas esféricas de tamaño similar, usados para rezar, orar o meditar. Los monjes van recitando y repitiendo un mismo mantra por cada una de las 108 bolitas que lo conforman, alcanzando un estado de serenidad, plenitud, concentración, tranquilidad, dependiendo de la cualidad del mantra, o del nombre de la deidad elegida, mientras van pasando una a una las cuentas que lo forman.
Su nombre se origina de la unión de las palabras Japa, que en sánscrito significa murmurar, repetir, recitar y de Mala que es collar o guirnalda.
Las Japa Malas generalmente están hechas de madera de sándalo, de semillas de Rudraksha, loto o tulsi, de piedras semipreciosas e incluso de hueso. Normalmente las 108 cuentas que tienen el mismo tamaño, están separadas entre sí por un nudo. Hay una cuenta número 109, llamada Gurú, que es más grande que las anteriores y desde la cual cuelga un penacho o borla de hilos. El Gurú representa el monte sagrado Meru, la morada de los dioses.
Sus Japa Malas se diseñan y producen en Barcelona. Las piedras semipreciosas vienen en su mayoría de la India y Brasil; la rudraksha, del Tibet, India y Nepal y la madera de Alemania.
Cada Mala es única, tanto por el diseño como porque las piedras con las que se realizan, nunca son iguales. Los materiales de packaging son ecofriendly por el respeto y cuidado que le merecemos a nuestro planeta.
En este año han participado en varios eventos de Yoga como el Barcelona Yoga Conference y el Wanderlust 108. También han participado en los markets del PoloPark 2018, en el Palo Market Fest y en la Algodonera Cotton House. Este año 2019 tienen varios eventos y nuevos proyectos en donde expondrán nuevamente sus Japa Malas.
Aumjoia
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